Mamá, Mamá te extraño mucho :/

Esta hoy en casa, en la computadora como siempre, y me aburrí, y no se por que se me ocurrió revisar en uno de los modulares del comedor en donde hay miles de cosas que ni el mono sabe que existen. Encontré de todo, una plancha vieja, chuchillos, un ajedrez de vidrio, cuadernos de la primaria y el jardín, una caja con remedios. Y encontré también, en una punta, una caja, una caja grande, blanca y celeste. Quise saber que había adentro. La saque. La puse arriba de la mesa y la abrí. Adentro había un viejo álbum de fotos forrado en cuero, era muy grande, y decía en la tapa “Nuestro enlace. Miguel y Edith 2 . 3 . 91”. Ya sabía con lo que me iba a encontrar, pero quería saber mas. Lo abrí y encontré lo que esperaba: las fotos del casamiento de Papá y Mamá. Estaba feliz, por que muy bien no sé. Empecé a ver las fotos, me parecía lindo ver a Papá y a Mamá contentos de esa manera. Pero cuando recién iba por el primer cuarto del álbum me detuve y pensé, y recordé a Mamá: recordé todas esas cosas que uno cree haber olvidado, pero todavía las recuerda, todos esos abrazos y sonrisas, todos los retos… todo. Pero lo que mas me dolió fue recordar esa ultima palabra que me dijo la ultima ves que la vi, ese ultimo abrazo, la ultima mirada, la ultima ves que escuche su voz. También pensé como hubieran sido las cosas si no hubiera muerto, que habría pasado si ella no moría, como seria hoy en día, como seria toda la familia si ella todavía estuviera. Y mientras pensaba todo esto, las lagrimas recorrían mis mejillas, mojaban mi cara y algunas caían sobre alguna foto, que secaba rápidamente para que no se arruinaran.
Termine de ver las fotos, y por cada una lloré un río. Cerré el álbum. Lo puse en la caja en donde estaba. La cerré y la miré con esa mirada que ponía Mamá cada ves que estaba triste, me parezco mucho a ella. Transcurridos unos minutos, decidí que era tiempo de alejarme de esa situación, y guarde la caja dentro del modular en donde se encontraba. 
Fui al baño a enjuagarme la cara, y cuando llegué me mire al espejo: y es verdad lo que dicen, si, me parezco a ella, a veces tengo su forma de hablar o su mirada o su forma de pensar, y a veces no.
No la conocí mucho, tan solo 7 años de vida con ella, hubo muchas cosas que no pude decirle, a veces creo que no fueron suficientes los “Te Quiero Mamá” que le dije, que no fueron suficientes los abrazos ni las sonrisas.  
Pero lo que quiero decir es que la extraño mucho y la necesito demasiado.

Te Quiero Má!